Perdiendo la libertad
Perdiendo la libertad El oficialismo se empeña en evitar que alguien le diga al rey que está paseando desnudo y parte de la sociedad acepta el irreal mensaje con resignación suicida La negación de la realidad por parte de sus gobernantes es, sin duda, uno de los peores problemas que puede sufrir una sociedad. Por momentos, la reacción de quienes gobiernan la Argentina se asemeja a la de aquella persona que, según un cuento, vivía alejada de toda civilización urbana y que cuando viajó a una gran ciudad y visitó su zoológico, al ver un elefante, de cuya existencia no tenía noticias, exclamó: "¡Este animal no existe!". También recuerda a la actitud de los habitantes de un pueblo que veían pasar al rey y, en medio de elogios a su vestimenta, no se animaban a advertirle que en realidad estaba desnudo. Los argentinos recibimos diariamente por los muchos medios oficiales un claro mensaje contradictorio y negador según el cual no existe la inflación del 25