Extractado de "Aprender a reaprender"
"La población argentina, especialmente en las áreas urbanas que hoy completan casi el 80, sostienen en la vida diaria una especie de anarquía psicopática, muy similar a la de Italia, pero agravada por varias cuestiones vinculadas al entorno exterior. Somos un pueblo maleducado. En realidad, no hay educación entre nosotros. Los semáforos, son para los coches; motos y bicicletas no los respetan. Los peatones cruzan por la mitad de la calle. Los buses jamás aparcan sobre las veredas. Los camiones de mercaderías no respetan los horarios de carga y descarga, y lo hacen en doble y triple fila. Los papelitos de cigarros y golosinas tienen destino final en la calle. La basura domiciliaria sale de las casas a cualquier hora y se deja en donde caiga. Las mascotas son sacadas a orinar y defecar en la calle. Cerca de las discotecas, los muchachos le orinan las paredes y plantas a los vecinos. El giro a la izquierda es una costumbre tal, que los automovilistas creen que es legal.