Y vos, cuanto ganas en tu sueldo de bolsillo??
El Ministro de Defensa, Arturo Puricelli, discrimina a sus propias Fuerzas Armadas
En tanto el funcionario invierte un tiempo prudencial en emitir opiniones y comentarios sobre el tema Malvinas, lo más probable es que su meta sea ocultar su responsabilidad ante hechos de gravedad. Recientemente, ha ordenado aplicar la maliciosa interpretación del Fallo Zanotti, en insoslayable connivencia con la Corte Suprema de Justicia de la Nación. O, como veremos, “Corte de la Suprema Injusticia”.
El Ministro de Defensa, de quien se espera respete a sus propios subordinados y bregue por el bienestar que les compete (ejerciendo la conducción con capacidad, honestidad y en orden al bien común) se ha valido de un fallo maniqueo, controvertido y perjudicial. Se trata del Fallo Zanotti que emitiera la Corte de la Suprema Injusticia, conforme nos ocupáramos en anteriores entregas.
Lejos de regularizar los salarios e incorporar las sumas fijas no bonificables ni remunerativas ajustadas a derecho -tal lo reflejado por el Caso Salas-, Puricelli ordena a las contadurías de las respectivas fuerzas una liquidación fundada en la maliciosa interpretación del Fallo Zanotti.
El referido sátrapa -y verdadero esbirro del Poder Ejecutivo Nacional- le ordena en forma clara al Director de Jurídicos del Ministerio de Defensa, Doctor Sergio Raúl Ruiz que -en modo urgente- aplique de manera inapelable y a rajatabla el Fallo Zanotti, modificatorio del citado Salas.
A fuer de ser justos, corresponde aclarar que la oportunidad de beneficiar al Poder Ejecutivo con esta verdadera estafa y, si se quiere, despojo en claro perjuicio del personal militar, ha podido llevarse a cabo merced al accionar de una Corte Suprema a la que, sin dejar de echar mano de benevolencia, corresponde referirse como Corte de la Suprema Injusticia.
Hoy, el Alto Tribunal no es otra cosa que un declarado apéndice del Ejecutivo, que lo dispone TODO para el amigo del modelo y relega al oponente/enemigo a lidiar con la justicia kirchnerista-cristinista. Versión de justicia que falla -en todos los casos- ajustada a los deseos de la Emperatriz, “El Estado soy yo”: Cristina Elisabet Fernández, viuda de Kirchner.
Pero, hete aquí que la Corte de la Suprema Injusticia -la misma que en su momento fue calificada como “de lujo”- ha cometido un error político grosero, de la mano del Fallo Zanotti. Pues jamás evaluó que, al modificar el Caso Salas desde el recálculo hacia abajo de los haberes (cálculo matemático basado en un modelo de liquidación que no comprenderían ni los científicos a cargo de laboratorios de NASA), no solo perjudicaría a las Fuerzas Armadas, sino también a dos Fuerzas de Seguridad imprescindibles a la hora de sostener de cara al futuro el tan promocionado modelo. Arquitectura que, al humilde entender de quien esto escribe, se esboza en un verdadero mamarracho. Las dos Fuerzas bajo análisis -levantiscas y en comprobado estado deliberativo- son Gendarmería Nacional y Prefectura Naval. Y es dable apuntar que la primera se ve alcanzada también por la Ley 19.101, que comprende a las Fuerzas Armadas de la Nación.
Gendarmería Nacional (“El Centinela de los Kirchner”) garantiza hoy un mínimo de seguridad en las arterias de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el violento conurbano bonaerense. Por su parte, Prefectura Naval ha transmutado en una agencia de seguridad privada y de lujo que observa el poco honorable objetivo de custodiar y garantizar el buen vivir de, por ejemplo, delincuentes y desfalcadores seriales de origen marplatense que residen en Madero City. Junto a estos personajes de pesadilla, Prefectura también pone de suyo para cuidar las espaldas de la caterva de elementos de comportamiento delincuencial que viven en esta suerte de gueto de lujo y ocupan la totalidad de su tiempo en el latrocinio en perjuicio del Estado. Que los más reputados y reconocidos dirigentes viven en Puerto Madero ya no representa un secreto para nadie.
Ante los planteamientos que no demoraron en llegar al Ministerio de la Inseguridad -mis disculpas, de Seguridad- que regentea la Señora Nilda Garré, y dado que deberían descontarse hasta las sumas percibidas por las cautelares otorgadas por los jueces y basadas en el Caso Salas, la referida dependencia pública se vio obligada a rever, inmediatamente, la postura, y configurar una nueva grilla salarial para poner las cosas en su justo término. Hoy -y en carácter exclusivo- damos a conocer a la opinión pública esta grilla, que lleva la firma de la Señora Ministro. E insistimos: los secretos han dejado de existir.
De esta manera, han dado lugar a un verdadero milagro que muchos podrían calificar de inaudito. Entiéndase bien: apenas este cuadro de pagos alcance rango de publicación en el boletín oficial, existirán regímenes diferenciados para las Fuerzas de Seguridad, en tanto que las Fuerzas Armadas quedarán defenestradas, en forma definitiva.
Citaremos un ejemplo claro y sencillo, a los efectos de ilustrar esta novedosa realidad. Cuando, en el futuro, se jubile un Suboficial Mayor de Gendarmería Nacional o su equivalente de Prefectura Naval, percibirá haberes de retiro en el orden de unos doce mil pesos (similar a Policía Federal), contra unos ocho mil pesos de un General de la Nación o Almirante. Partiendo de esta base y bajando escalones hacia jerarquías inferiores… que el lector extraiga sus propias conclusiones.
Las Fuerzas Armadas deberán, en el futuro cercano, rendir un sincero homenaje al Ministro Arturo Puricelli y a los integrantes de la Corte de la Suprema Injusticia de la Nación. De aquí en más, sería oportuno proponer el Patio de Armas del Edificio Libertador para el desarrollo del evento, con la participación estelar de aquellos oficiales superiores de las tres Armas que se hayan anotado los mejores aportes a la hora de destruir y desmantelar con presteza y efectividad la totalidad del sistema de Defensa.
Para terminar el reporte, quien esto escribe gustaría de compartir una frase de Karl Marx -personaje histórico tan admirado por este gobierno de cuño gramsciano. XVIII de Brumario-: “La Historia se repite, una vez como farsa y otra, como tragedia”.
Tal vez sea hora de preguntarse en cuál de las dos fases de la misma nos situamos en este preciso instante.
Sorge
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