Interrogantes de Economia a futuro
Los interrogantes que disparan al dólar
El proceso de fuga de capitales, evidenciado en las masivas compras de dólares por las empresas y el público, podría seguir hasta las elecciones presidenciales del 23 de octubre. Pero no porque exista incertidumbre sobre un resultado electoral que puede considerarse cantado y cuya única disyuntiva es si Cristina Kirchner estará más cerca del 50 o del 60 por ciento de los votos.
La razón de la persistencia de una fuga que amenaza con quebrar todos los records y acercarse a los 24.000 millones de dólares en todo 2011 es que nadie espera que antes de los comicios la Presidenta dé respuesta a los interrogantes que mantienen en vilo tanto a grandes operadores económicos como a pequeños ahorristas.
Esas preguntas sin respuesta podrían sintetizarse de este modo:
1. ¿Quién conducirá la economía del país en el casi seguro segundo mandato de Cristina Kirchner? Incluso desde antes de la muerte de Néstor Kirchner, la economía fue manejada con una suerte de piloto automático, aprovechando los beneficiosos precios internacionales de la soja y la expansión económica de Brasil. Los temores sobre una recesión internacional, la fuerte inflación local, la creciente pérdida de competitividad por el atraso cambiario, la caída del superávit comercial y la virtual desaparición del superávit fiscal (sólo disimulado por aportes del Banco Central y de la Anses) parecen tornar inviable la pretensión de que nuestra economía siga siendo administrada por un piloto automático. Más bien, habría que pensar en un piloto de tormentas.
Incluso desde antes de la muerte de Néstor Kirchner, la economía fue manejada con una suerte de piloto automático
2. ¿Cuál será en adelante la política cambiaria? Hoy las empresas y el público están refugiándose en el dólar porque perciben que la actual situación, caracterizada por una inflación superior al 25 por ciento anual y un dólar que crece a niveles del 5 al 8 por ciento, no puede continuar por demasiado tiempo más. Los costos productivos y laborales medidos en dólares han dejado de ser competitivos frente a los de otros países, al tiempo que los precios de algunos bienes en la Argentina resultan exorbitantes. Basta con comparar el precio del metro cuadrado de ciertos inmuebles de Buenos Aires con otros similares o mejores de Miami para comprender que, poco a poco, estamos volviendo a los tiempos de la plata dulce, de fines de los años setenta. A estos datos se suma la desvalorización de la moneda brasileña frente al dólar: el real ha caído un 7 por ciento en lo que va del mes. Finalmente, el temor a un desdoblamiento cambiario, que perjudique al sector exportador, es un temor latente en algunos productores locales.
3. ¿Cómo será la negociación salarial en 2012? El gobierno nacional ha dado en este punto algunas señales: ha transmitido a dirigentes sindicales la necesidad de moderar las demandas salariales . Pero no hay ninguna certeza sobre los números que se discutirán en las paritarias hacia marzo próximo.
4. ¿Continuarán las trabas al comercio exterior? Con el afán de evitar una profundización de la caída del superávit comercial, el Gobierno, a través del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, viene pisando las importaciones . Al mismo tiempo, limita algunas exportaciones, como trigo y carne, con el supuesto propósito de "cuidar la mesa de los argentinos". Estas limitaciones han provocado un desaliento a la inversión y a la producción.
A lo largo de 2011, la Argentina ha sido el único país de la región que ha visto caer sus reservas
5. ¿Cómo puede evolucionar el nivel de las reservas del Banco Central? A lo largo de 2011, la Argentina ha sido el único país de la región que ha visto caer sus reservas, con una baja del 4,7 por ciento. En el mismo período, las de Brasil han crecido más del 15 por ciento; las de México, el 20 por ciento, y las de Uruguay, el 35. Además, la Argentina podría ser desplazada en cualquier momento del tercer puesto por Perú. Hoy sólo es superada por Brasil y México.
6. ¿De qué manera se superará el atraso tarifario y el enorme costo que para el Estado implica subsidiar las tarifas de servicios públicos?
7. Finalmente, ¿cómo se combatirá la inflación ? ¿Seguirá recurriéndose, desde diciembre de 2011, al garrote de Moreno y al falseamiento de las estadísticas del Indec? ¿Se apostará a recetas más ortodoxas ligadas a una menor expansión monetaria o a una suba de las tasas de interés para limitar el boom del consumo? ¿O habrá otra clase de medidas?
Muy pocos piensan que esos interrogantes estén resueltos antes de las elecciones presidenciales. Por esa razón, la incertidumbre económica continuará y la presión sobre el dólar también
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