Conclusiones sobre Argentina del Informe BTI 2012

Conclusiones sobre Argentina del Informe BTI 2012 (Berlin Transformation Index)



Visión Estratégica
Diez años después de la crisis sistémica de 2001/02, las perspectivas de desarrollo sostenible política y económica en Argentina no son prometedoras. El sistema político sigue siendo impulsado por la personalidad  populista, basado más en la lealtad personal y las redes clientelares que en las instituciones políticas fuertes y representativas y las normas constitucionales. La muerte de Néstor Kirchner, anteriormente el líder indiscutible político en el país, ha  producido, por un lado, la revalorización del ex presidente y del movimiento peronista. Por otro lado, se ha provocado el resurgimiento de los juegos de poder en el ámbito político como nuevas coaliciones que se han formado  para apoyar o combatir Cristina Kirchner en la pasada reelección de 2011. Innovadores procesos de aprendizaje entre las élites políticas no están a la vista. El proceso de unificación entre las fuerzas de la oposición llegó a su fin antes de que hubiera comenzado realmente. La batalla interna por el liderazgo dentro de la Unión Cívica Radical (UCR) sigue siendo igual de indecisa en cuanto a la cuestión de posibles alianzas con otras fuerzas políticas. La relación entre el gobierno central y las provincias también sigue siendo precaria. La combinación de los partidos, el poder organizado en las provincias y la falta de democracia interna favorece el clientelismo y sólo permite las coaliciones ad hoc, no en la formulación e implementación de una estrategia política sostenible.

En el ámbito económico, el gobierno se enfrentará el problema no resuelto de la presión inflacionaria causada por la reestructuración de las estructuras de precios y el crecimiento rápido de la demanda, lo que puede dar lugar a un cuello de botella de suministro, y, como una consecuencia política, a las protestas sociales. Los primeros pasos para corregir la tendencia al alza de las tasas de inflación y la desigualdad sería la de restablecer un sistema estadístico serio y creíble, para implementar estructurales de reducción de la pobreza y las políticas para incentivar las tasas de ahorro más altas. Sin embargo, la base estructural para el desarrollo económico sostenido sigue siendo frágil como estrategia de desarrollo argentino se centra en las ventajas comparativas de un país con abundantes recursos naturales. La susceptibilidad a las perturbaciones externas, especialmente a volatilidad de los precios mundiales de los productos básicos, sigue siendo alta y el sector informal muy grande . La fuga de capitales sigue siendo alto, lo que refleja las dudas de los círculos de negocios sobre la sostenibilidad de la política económica. Un suministro de energía suficiente y una estructura productiva basada en la ciencia siguen siendo retos adicionales para el próximo gobierno.

Queda abierta la cuestión de si la brecha cada vez mayor entre una minoría rica y los segmentos pobres de la población se puede reducir en el largo plazo. Esto requerirá una política social estructural que va más allá de las políticas de asistencia y las redes clientelistas. La política social bajo el gobierno de Lula da Silva en Brasil podría servir como modelo para aprender y emular tal vez. Aislados decisiones presidenciales, basadas en el apoyo popular decretos presidenciales y altos, no pueden compensar las capacidades de la articulación deficiente, canalización y agregación de los partidos políticos, ni pueden servir como sustituto de un Congreso que deja de lado sus funciones de legislación y control. Crisis y debilidad institucional tienden a reforzarse mutuamente, un dilema que podría llamarse la "enfermedad argentina".

Por último, pero no menos importante, uno de los problemas más urgentes para hacer frente a un debate público entre la clase política, los representantes de la sociedad civil y la comunidad científica sobre el futuro del país y la estrategia de desarrollo necesario para comenzar a mover el país hacia el desarrollo competitivo y sostenible . Este debate no existe en la actualidad, y el país está sacudido por las ideas de autarquía, las ideas acerca de la soberanía nacional que están fuera de fecha en un mundo globalizado, y una estrategia de aumento de la competitividad y la integración activa en la economía mundial.