Una reflexion para quienes les quepa el sayo
La humanidad ha ido perdiendo poco a poco su cercanía con Dios, todo parece indicar que esa sed de absoluto que el hombre lleva guardada dentro de si, va siendo ensombrecida por una serie de corrientes de increencia que están haciendo que cada día viva más alejado de su Dios.
¿Cuándo llegaremos a comprender que si vivimos, si existimos, es gracias al amor de Dios, que un día nos dio el ser y nos regalo la libertad para actuar y decidir?, libertad que lamentablemente no hemos sabido usar y que lejos de darnos la felicidad que buscamos, nos hunde cada vez más en la desesperanza y el desasosiego de saber muy en el fondo de cada uno que no estamos viviendo la vida, regalo de Dios, tal como quiso que la vivamos.
El Beato Juan Pablo II, supo a través de su vida, proclamar aquello que Dios nos pide en el día a día, me refiero al hecho de que es posible una vida con valores y trascendente, el mundo lo vio y lo reconoció, Juan Pablo II fue un puente entre Dios y la humanidad. Aclaro no es ni fue el unico. Tenemos ejemplos de vida en todas las manifestaciones religiosas que conducen a Dios.
Una vida sin Dios es como un barco a la deriva. Llegar a el puede ser a traves de muchos caminos pero lo mas importante es la voluntad de hacerlo y sincerarnos con nostros mismos. Alla en nuestro interior , en el ambito de la consciencia, sabemos si estamos en el campo del bien o no. Siempre se puede disfrazar una mentira de mil formas diferentes para los demas pero la verdad intrinseca de nosotros con nosotros mismos es unica e insoslayable.
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