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Argentina: justo lo que el FMI ordenó21 de noviembre por Jude Webber
Cuando no es austeridad la austeridad? Cuando el país en cuestión es Argentina.El gobierno siempre ha descrito la inflación, por ejemplo - un fenómeno que actualmente se ejecutan en un 23 por ciento, según economistas privados, que el gobierno ha multado por falta de información - como meras "tensiones en los precios".Su nueva decisión para empezar a eliminar los subsidios en las facturas de servicios públicos residenciales se expresa como "solidaridad" con los grupos de menores ingresos y como un paso más hacia la mejor distribución del ingreso, un objetivo declarado del gobierno de Cristina Fernández.Pero, ¿qué ofuscación que trata de ocultar, dicen algunos, es el pesar de su aborrecimiento al Fondo Monetario Internacional y las recomendaciones que el prestamista tiende a sugerir a los gobiernos derrochadores en las economías con sobrecalentamiento, asi,el gobierno de Argentina guarda silencio por la propia aplicación de un estilo del FMI: el "ajuste" .La misma palabra en español - ajuste - envía escalofríos en el espinazo de una población con una larga experiencia de crisis, pero que tiene, en los últimos ocho años, un crecimiento económico fuerte, un gobierno libre de gastos y aumentos de sueldo que han alimentado un auge del consumo en cosas como automóviles y televisores de plasma.
Ha habido una serie de anuncios para reducir los subsidios y habla de limitar los aumentos salariales. Los controles de cambio han sido impuestos para tratar de frenar la fuga de capitales galopante. Las tasas de interés se han disparado para ayudar a mantener el tipo de cambio en medio de tensiones por devaluación.Como Claudio Loser, ex director del FMI Hemisferio Occidental, dijo al diario Clarín (que, hay que decirlo, es un crítico del gobierno de arco):Teniendo todo esto, parece una posición bastante ortodoxa, similar a lo que se han recomendado en el Fondo de años atrás. Es parte de lo que yo llamaría un programa del Fondo clásico. Argentina quiere ser elogiado por su modelo audaz, poco ortodoxo económica que se dice ofrece crecimiento y empleo, en vez de aplicar una receta ensayada y probada que dice, que la austeridad es inductor de la recesion,el desempleo y la miseria (como Grecia).La palabra "austeridad" sólo ha asomado su fea cabeza en el contexto de una renovación, anunciada por el gobierno el lunes, en las operaciones de Aerolíneas Argentinas, de bandera nacional (que los funcionarios han asegurado es eficiente), incluyendo planes para la pérdida de rutas de larga distancia.Julio De Vido, el ministro de Planificación, dijo en una conferencia de prensa: "Cualquier decisión, cualquier nueva ruta, la compra de equipos, tiene que ser gobernado por la austeridad como un valor a incorporar".En general, sin embargo, Loser dijo: "Incluso si la música está bien, tenemos que ver si realmente están bailando al ritmo".
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Argentina: justo lo que el FMI ordenó21 de noviembre por Jude Webber
Cuando no es austeridad la austeridad? Cuando el país en cuestión es Argentina.El gobierno siempre ha descrito la inflación, por ejemplo - un fenómeno que actualmente se ejecutan en un 23 por ciento, según economistas privados, que el gobierno ha multado por falta de información - como meras "tensiones en los precios".Su nueva decisión para empezar a eliminar los subsidios en las facturas de servicios públicos residenciales se expresa como "solidaridad" con los grupos de menores ingresos y como un paso más hacia la mejor distribución del ingreso, un objetivo declarado del gobierno de Cristina Fernández.Pero, ¿qué ofuscación que trata de ocultar, dicen algunos, es el pesar de su aborrecimiento al Fondo Monetario Internacional y las recomendaciones que el prestamista tiende a sugerir a los gobiernos derrochadores en las economías con sobrecalentamiento, asi,el gobierno de Argentina guarda silencio por la propia aplicación de un estilo del FMI: el "ajuste" .La misma palabra en español - ajuste - envía escalofríos en el espinazo de una población con una larga experiencia de crisis, pero que tiene, en los últimos ocho años, un crecimiento económico fuerte, un gobierno libre de gastos y aumentos de sueldo que han alimentado un auge del consumo en cosas como automóviles y televisores de plasma.
Ha habido una serie de anuncios para reducir los subsidios y habla de limitar los aumentos salariales. Los controles de cambio han sido impuestos para tratar de frenar la fuga de capitales galopante. Las tasas de interés se han disparado para ayudar a mantener el tipo de cambio en medio de tensiones por devaluación.Como Claudio Loser, ex director del FMI Hemisferio Occidental, dijo al diario Clarín (que, hay que decirlo, es un crítico del gobierno de arco):Teniendo todo esto, parece una posición bastante ortodoxa, similar a lo que se han recomendado en el Fondo de años atrás. Es parte de lo que yo llamaría un programa del Fondo clásico. Argentina quiere ser elogiado por su modelo audaz, poco ortodoxo económica que se dice ofrece crecimiento y empleo, en vez de aplicar una receta ensayada y probada que dice, que la austeridad es inductor de la recesion,el desempleo y la miseria (como Grecia).La palabra "austeridad" sólo ha asomado su fea cabeza en el contexto de una renovación, anunciada por el gobierno el lunes, en las operaciones de Aerolíneas Argentinas, de bandera nacional (que los funcionarios han asegurado es eficiente), incluyendo planes para la pérdida de rutas de larga distancia.Julio De Vido, el ministro de Planificación, dijo en una conferencia de prensa: "Cualquier decisión, cualquier nueva ruta, la compra de equipos, tiene que ser gobernado por la austeridad como un valor a incorporar".En general, sin embargo, Loser dijo: "Incluso si la música está bien, tenemos que ver si realmente están bailando al ritmo".
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