Carta abierta de un Teniente Coronel a un General, en el Día del Ejército Argentino




Al cumplirse este 29 de mayo un nuevo aniversario de la Creación del Ejército Argentinocobró estado público, através de la red Internet, una carta abierta de un Teniente Coronel a un General. El firmante reservó su nombre a la espera que el destinatario fije su posición en torno al crítico momento actual que atraviesa la fuerza. La carta,que por sus característicasgrafía y terminología es auténtica, pone a la luz también aspectos inéditos en losdistintos comportamientos del oficial superior que variaroncomo se verá en la lectura, en 180 gradosdesde queostentaba el grado de mayor hasta llegar al generalato.
Se han suprimidopor razones legales, e identificados con los signos (…) algunos párrafos que en modo algunohacen a la esencia del mensaje.
Su texto es el siguiente
“Mi general, en este Día del Ejército Argentino, le escribo para acercarle una reflexión hecha con broncadecepción eincertidumbreTambién con
tristezaporque el Ejército que yo viví hasta hoy  está siendo cambiado, no
en su orgánica ni en sus sistemas de armas – que son circunstanciales – sino en sus esenciasMás que cambiadoestá siendo destruido ante la mirada indiferente o quizá cómplice de quienes hoycircunstancialmentetienen laresponsabilidad de conducirlo.
“Nos formamos en el mismo Colegio Militar  y nos nutrimos de los mismos valores que encontrábamos hechos carne en la historia pasada y presente del EjércitoCreo que ambos ingresamos por vocaciónuna vocación que se fuefortaleciendo en los años de Colegio y, más tarde en el trabajo diario del cuartelSiempre me chocó que se hablarade “carrera”. Lo nuestro era y es vocaciónCarrera es correr para llegar a una meta, en última  instanciaparasatisfacción individual, más allá de la sana ambición que es motor legítimo de nuestros pasosPero no todo esambición, no todo es querer llegar. La vocación es darse, la vocación es entrega, la vocación es serviciocomoaprendimos en el Colegio y como usted nos remarcaba como Oficial de Operaciones y, más tarde como Jefe deUnidad
Como verá hemos compartido varios destinostodavía hoy recuerdo como nos entusiasmaba escuchar los relatos desus combates en el Monte Tucumano, de sus operaciones en el conurbano contra la Columna Norte de la bandamontonera.
De su boca escuché historias de coraje, de sacrificio por el camarada que tenía a su lado y en el que se resumía larazón del valor y el  arrojo, del coraje más allá de toda razón.
También supimos de miserias, de cobardíasTengo muy presente una discusión suya con el Jefe de Unidad y otracon ocasión de la visita del Cte Br, por lo que usted consideraba era una casi traiciónrenegar de la lucha sostenidacontra los terroristas y abandonar la suerte de los camaradas que estaban siendo requeridos por la justicia  a unadiscutiblementirosa e incierta “Batalla Jurídica”Recuerdo como se indignócuando el Cte Br, le respondió “… y quequiere Mayor, que hagamos un golpe?” . Para usted esa respuesta sólo escondía ineptitud o cobardía. Era sólo unajustificación tibia y apresurada, de su vocación de no hacer nada.
Hoyusted es general, no es seguramente el momento histórico que siempre soñó (…); los medioscomprados o porideología, nos humillanparecieraaunque la experiencia de nuestros destinos,  muestra lo contrarioque la sociedadnos ignora o nos condena; no tenemos presupuestoni hipótesis de conflicto, nos imponen reformas inconsultas,concebidas por ideólogos ignorantes de los temas de Defensa y cuantas otras cosas más.
Peroes el tiempo que le toca, se preparó toda su vida para este momento y llega en un punto de quiebre para elEjército ArgentinoUsted es superioridad ahora, no el tiempo que le hubiera gustado, en la crisis, en medio de unabatalla ideológicacontinuación de la lucha de los setentaEs su tiempo y su batalla y debe dar testimonio.
Hoy, mi general, están tratando de quebrar la conciencia histórica del Ejército, de convencernos que nuestroscamaradas son delincuentes  de lesa humanidad – usted también -, que todos los que estamos en el Ejército desdeesos díasaunque yo no era todavía oficialformamos parte de una asociación ilícita. Y esto con la complacencia osilencio culpable del Jefe de Estado Mayor,  y por omisiónambición o tibieza del resto de los generales.
Hoy, mi general. Veo con dolor, con rabiacomo han abandonado a los que están presosprimero les quitaron laasistencia jurídicasabiendo que ninguno de ellos tiene los medios para pagar un buen abogadoluego, se gestionaque los saquen de las unidades. Lo veo también con rabiapor que nuestros presosmuchos son sus compañeros,otros sus subalternos y los mássuperiores de esos años (…) ¿Qué lección de lealtad nos están dando?, ¿qué lealtadpueden esperar de nosotrossi ustedes son así con los que fueron sus jefes y comandantes? ¿Qué ejemplo dan a laciudadanía, a nuestros cadetes, a nuestros oficiales?
No hace demasiados días tuve que ordenar la quema de los planes tácticos de mi unidad, ¿qué respuesta le tengoque dar a mis oficiales cuando preguntan la razón? … que ya el Ejército no tiene planes para cumplir con su misión, oque no tiene Misión y por eso no tiene planes. O que la misión se cumplirá con operaciones de guerrilla… AcasoChile abandonó sus Hipótesis de Guerra Convencional? … acaso lo hizo Brasil? ¿Cómo es esto que ya no seremosun ejército convencional?
¿Qué más vamos a entregar ahoralas unidades blindadas, la Escuela Militar de Montaña, la Aviación de Ejército, laEscuela de Guerra, los Liceos, el Colegio Militar...?. A cambio de qué... de Unimog repotenciados?. A cambio de un Gaucho que no sabemos muy bien para que sirve ?
(…)
Mi general, este es su tiempoes el tiempo de mostrar que lo suyo no es “la carrera”sino que lo suyo es vocación. Nova a quedar para semillamás tarde o más temprano se va a irva a pasar o lo van a pasar a retirocomo todos. Salvoque aspire a una embajadapero la cola para esoparece que va a ser larga… La diferencia está en el grado defidelidad a su vocación, al testimonio de entereza moral, valentía y dignidad que  usted  en la culminación de suvida militar activa. ¿Qué más le puede pedir ya al Ejército?. (…) 
Su tiempo es ahora, no cuando lo inviten a formar parte del Foro de Generales Retirados. La melena de león le tieneque crecer ahorasu rugido se tiene que escuchar ahora, no cuando no corra ningún riesgoadministrativo, en lacomodidad de su casa.
Mi general, porque lo conozco  que usted no me va a defraudarQue no va a defraudar a los cientos de oficiales,que lo conocen y recibieron su ascenso con expectativa de ser bien mandados.
Se preguntará porqué no firmo esta carta abierta, no la firmo por la misma razón por la que no lo nombropero tengapor seguro que cuando usted  testimoniocomo general, me tendrá a su lado como Teniente Coronel. Con nombreapellido.
Reciba un abrazo sincero, en el Día del Ejército Argentino, el mismo que parió a la Patria, le dio la Independencia,conquistó el desiertoderrotó con las armas a la subversióncombatió en Malvinas y resiste en la
fortaleza de su memoria histórica, de sus mártires de todos los tiempos, con las miserias y grandezas de sushombres, los últimos embates de la canalla terrorista."

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