Sudan del Sur: nuevo estado en Africa

07 de julio de 2011 - 11:00

Los desafíos ante el futuro de Sudán del Sur

Los sudaneses del sur tienen grandes esperanzas en el futuro de su nuevo país.
Los sudaneses del sur tienen grandes esperanzas en el futuro de su nuevo país. (Keystone)
Por Sophie Douez, swissinfo.ch

El optimismo es la regla en Sudán del Sur antes de la declaración formal de independencia el 9 de julio, pero numerosas cuestiones siguen en suspenso.

Con el surgimiento de la República de Sudán del Sur asoma ya el descontento de su vecino del norte. El tema fue abordado por Swisspeace en Berna.

Con la escisión, el Norte perderá el 20% de su población, 25% de su territorio y 35% de sus recursos financieros, recordó el enviado especial de Suiza en Sudán, Michael Winzap.

“Las pérdidas políticas, económicas y psicológicas podrían provocar un fuerte descontento popular”, afirmó Winzap. Al Sur, el desarrollo de las infraestructuras, carreteras y electricidad, le podrían costar unos 20 mil millones de dólares (17 mil millones de francos).

El gobierno cuenta con ingresos de 2 mil millones de dólares al año, subrayó Jok Madut Jok, subsecretario del gobierno sursudanés en el ministerio de Cultura. “Las exigencias de la población son muy, muy elevadas de cara a los servicios, allí hay un problema”.

Fronteras, comercio y petróleo

El comercio y las fronteras, aún indefinidas, son temas centrales. Estos últimos meses, el comercio entre los dos Sudán se redujo, provocando un alza marcada en los precios de los artículos básicos. El Sur acusó al Norte de disminuir el intercambio para vengarse del voto de independencia, explicó Martina Santschi, de Swisspeace.

A lo largo de la frontera, los puntos de fricción subsisten, pero también ha habido progresos reales declaró, por su parte, Mohamed Majoub Haroun, director del Instituto para la búsqueda de la paz de la Universidad de Jartum.

“Se trata ahora de facilitar los intercambios de mercancías entre las dos fronteras, para el bien de ambos pueblos”.

“Además, esos intercambios resultan ser una tradición y ninguno de los dos puede dejarlos de lado”, precisó Mohamed Majoub Haroun. El petróleo del Sur también se transporta por tuberías al Norte y es clave del éxito económico.

“El petróleo será y deberá ser el punto central de las discusiones, confirmó Winzap. Estoy convencido de que se encontrará una solución pacífica para contribuir al desarrollo e toda la región”. Para Mohamed Majoub Haroun, la estabilidad política será esencial para promover las inversiones extranjeras y asegurar que los dos Estados no repitan los errores del pasado.

Un nuevo Estado no tan nuevo

“A veces nos olvidamos de que el Norte también será un nuevo Estado, dijo el enviado especial de Suiza. Pero para nosotros es importante no favorecer a uno respecto al otro”.
 
El Norte, que será oficialmente bautizado como Sudán será un “viejo nuevo Estado”, en palabras de Mohamed Majoub Haroun. Ya tiene una experiencia relativamente amplia en materia constitucional. La integración de la población con la creación de una nueva ley fundamental para el país será fundamental para construir una nación pacífica.
 
Según Mohamed Majoub Haroun, la primavera árabe y los movimientos democráticos en países como Egipto ayudarán a que los procesos democráticos ya en marcha no se detengan de golpe.
 
Suiza ayudará a Sudán del Sur a establecer un banco central y una moneda, así como a desarrollar una infraestructura democrática sostenible, aseguró Michael Winzap. “Nuestro federalismo funciona bastante bien. No lo queremos exportar pero puede servir de inspiración”, destacó el delegado suizo.

Unidad y diversidad

La participación de la población en la creación de nuevas instituciones será fundamental para consolidar la unidad nacional y proporcionar un sentido de pertenencia a una región, el Sur, actualmente fragmentado, agregó el subsecretario Jok Madut Jok. El país tiene, de hecho, 67 grupos étnicos diferentes. Las revueltas estallaron en siete de los diez estados.

La larga lucha por la independencia ha sido una fuerza unificadora, pero ahora que se ha logrado aparecen las divisiones. “¿Cómo hacer para que la gente se sienta parte de un Estado y no de una tribu”, se pregunta Jok Madut Jok.

“Si usted quiere, podemos decir que tenemos que encontrar un nuevo “Norte” para oponerse a la creación de la unidad”. Pero esta diversidad también existe en el norte, dice Mohamed Majoub Haroun. Nuestras élites no han tenido en cuenta esta diversidad, lo que condujo a los conflictos armados”.

“La división no significa que uno de los países sea culpable. Necesitamos una convivencia pacífica para el futuro de los dos territorios, entre los diversos grupos multiculturales de ambos países”.

“¿La diversidad es un bien o una carga? Se plantea Jok Madut Jok. Si se trata de una riqueza, debemos explicarla con claridad y celebrarla. Tenemos que decirle a la gente que es un reto para todos. Si fallamos en esto, en los próximos años, Sudán del Sur respondrá de forma negativa a la cuestión de su viabilidad”.

Sophie Douez, swissinfo.ch
(Traducción: Islas y Turmo)

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