En Argentina solo vuelan las moscas y con limitaciones.....
MILITAR | Escándalo en la Fuerza Aérea
Los pilotos militares no cumplen con las horas de vuelo que exige el reglamento
Por el mal estado en que se encuentran los aviones, los pilotos militaresargentinos no alcanzan el mínimo de horas de vuelo que exige el reglamento. ¿Cómo se resuelve el problema? Haciendo constar en las planillas de vuelo más horas de las que esos pilotos realmente permanecen en el aire.
Un oficial de alto rango, retirado hace poco del servicio activo, ha confesado al diario local 'Perfil' que ése es el método que emplea la Fuerza Aérea para evitar que las licencias de sus hombres expiren y que éstos queden inhabilitados para volar. La misma fuente no ha descartado que los oficiales a cargo del avión y de los helicópteros en que vuela la presidenta Cristina Fernández de Kirchner también tengan vencidos sus permisos.
El escándalo golpea al Edificio Cóndor, sede del alto mando de la Fuerza Aérea, justo cuando Gran Bretaña envía refuerzos a Malvinas, ante la amenaza de que Argentina intente bloquear los vuelos hacia esas islas. El pleito en torno a la soberanía del archipiélago ha ido recrudeciendo, según se avecina la conmemoración de los 30 años de la Guerra de las Malvinas, el 2 de abril del 2012. La pregunta es con qué aparatos cuenta el país sudamericano y cuán adiestrados están sus pilotos, en caso de que llegar a tales extremos.
De los 30 cazabombarderos 'Mirage' que posee Argentina, sólo cuatro están en condiciones de despegar. Los 'Skyhawk', que también tuvieron un desempeño notable en el conflicto de 1982, se encuentran en mal estado, mientras que a los Pucará, bimotor turbohélice de fabricación nacional, les están faltando tripulantes.
Según la información clasificada a la que ha tenido acceso 'Perfil', los ocho pilotos adiestrados para volar esa clase de aviones tienen suslicencias vencidas por falta de entrenamiento. Para salvar ese escollo, la Fuerza Aérea recurre a "retoques excepcionales". Una manera elegante de calificar a los permisos adulterados.
El Reglamento de Aeronavegabilidad Militar, firmado por la actual ministra de Defensa, Nilda Garré, establece que para tener una licencia M-3 de comandante de aeronave los pilotos deben contar con 1.550 horas efectivas de vuelo. Para una licencia de copiloto o segundo en el mando son 950 horas. El término "horas efectivas" implica pilotar un avión en el aire. No incluye las horas de entrenamiento en un simulador. Pero aun si los vuelos simulados los acreditaran, la mayoría de los pilotos de combate no se adecuarían a la norma.
Un experimentado piloto de Hércules (avión militar de transporte) ha revelado que antes, él y sus compañeros viajaban a México para entrenarse y para aprobar el examen correspondiente, en los simuladores de ese país. Por falta de presupuesto ya no lo hacen.
El mal estado de los aparatos, las largas horas que deben permanecer en la base haciendo "ejercicios teóricos" de vuelo y los ya mencionados "retoques excepcionales" son la causa de que muchos pilotos migren a la aviación civil. Es así como en los últimos cuatro años, unos 170 miembros de la Fuerza Aérea y de la Armada se incorporaron a las flotas comerciales, donde además de ejercer realmente su profesión, reciben un sueldo básico de 15.500 pesos (cerca de 2.700 euros), tres veces más que un piloto de combate.
Mientras que en Buenos Aires los mandos de la Fuerza Aérea piensan en cómo salir del escándalo, en las Falklands (nombre inglés de Malvinas) el príncipe William comienza su entrenamiento de seis semanas a bordo de un helicóptero para ser ascendido de teniente a capitán. Simultáneamente, el acorazado 'Dauntless', una joya de la tecnología marítima, navega en dirección al archipiélago.
El gobierno de Cristina Kirchner alega que, al contrario de lo que afirman los británicos, la llegada del Duque de Cambridge como el inminente arribo de ese barco, no tiene nada de "rutinario". Que más bien responde a una provocación, pues Argentina no pretende emprender una ofensiva como la que en 1982 costó la vida a 620 de sus hombres. Considerando el estado en que se encuentran sus aviones y la moral de sus pilotos, no cabe más que darles la razón.
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